Historia
Historia Prehispánica
Las investigaciones
arqueológicas realizadas en algunos lugares, particularmente en la Tolita han establecido que en la región de
Esmeraldas existieron culturas muy antiguas como la Valdivia y Chorrera que pueden tener una antigüedad de 3.000 años
adC. Algunas tribus fueron los Atacames, Tolas, Cayapas.Según el historiador ecuatoriano Federico
González Suárez las
tribus que poblaron la provincia no fueron dominadas por la invasión de los incas y permanecían independientes cuando los españoles llegaron desde
Panamá.
La Conquista
Bartolomé Ruiz echó anclas
en la desembocadura de un "río grande" y fue recibido amistosamente.
Según el historiador González Suárez, Ruiz encontró en las orillas del río tres
pueblos cuyos habitantes estaban engalanados con oro. El piloto continuó su
viaje por la costa, y regresó con Pizarro, Almagro y sus hombres. Desembarcaron en una bahía en la que fundaron la
DOCTRINARIA a la que por la fecha de su arribo la llamaron de San Mateo de las
esmeraldas, entonces en 21 de septiembre de 1526. La recepción por los originarios ya no fue amistosa, por lo que
reembarcaron y Pizarro se quedó aguardando refuerzos en la isla del Gallo. El
año 1531 volvería Pizarro para la definitiva conquista.
Colonia
Esmeraldas era conocida
como "tierra de los yumbos" a quienes se consideraba como indios
salvajes y peligrosos. Estas tribus eran las de los Niguas, Lachis, Campaces,
Malabas y Cayapas. La falta de caminos seguros mantuvo a la provincia aislada
hasta fines del siglo XVIII. El primero que trabajó en la
empresa de comunicar Esmeraldas con la sierra fue don Pedro Vicente
Maldonado que
dedicó siete años a abrir un camino de herradura que partía desde Cotocollao y
continuaba por Nono hasta establecer un embarcadero en la confluencia de los
ríos Caone y Blanco, mérito que lo convirtió en el único Gobernador y Teniente
de Atacames, recibiendo el título en nombre del Rey Felipe V de España. En esa época la provincia de
Esmeraldas comenzaba en la isla de Tumaco y se prolongaba hasta Bahía de Caráquez desde la anulación definitiva de la
Gobernación
de Caráquez, además
estos fueron territorios que incluian a Cabo Pasado y los territorios de los
asentamientos chonanas en el actual cantón Chone, es decir todo el norte de la provincia de Manabí. Tenía 2.000 habitantes y la antigua población de Esmeraldas estaba
ubicada en el punto donde el río Viche desemboca en el río Esmeraldas.Su nombre
oficial fue el de Gobernación y Tenencia de Atacames como lo rectificó la Presidencia
de Quito y la corona
española.
La población negra de la
provincia es mayoritaria. Según el historiador González Suárez, los primeros
negros que llegaron a Esmeraldas fueron náufragos que ganaron la tierra a nado
desde un barco de esclavos que escolló, al mandar por agua dulce a los negros,
estos encontraron un clima similar al de Africa, estableciéndose en esta
provincia. Al internarse en el continente sometieron a las tribus indígenas,
entre las que se encontraban los cayapas quienes llamaban "malaba",
malo, diablo o "juyungo" (diablo) a los negros, el principal de los
cuales era Alonso Illescas que había vivido en Sevilla y hablaba castellano.
Escritores esmeraldeños como Julio Estupiñan Tello y Antonio Preciado han revalorizado la
aportación negra al desarrollo cultural y han afianzado los valores propios de
su raza (rebeldía, sentido de independencia) y sus manifestaciones culturales
que se plasman en la música, el baile y la poesía.
Esmeraldas en los siglos XVI, XVII y XVIII
Esmeraldas perteneció por
más de tres siglos a la llamada Gobernación de Quito. Es preciso también
comprender que en la antigua Gobernación
de Guayaquil deben
identificarse dos zonas diferentes: la costera y la que miraba al interior, que
comprendía inclusive los pueblos de Mindo y de Santo Domingo; por la
distribución provincial posterior y por la información étnica, es importante
tomar en cuenta sobre todo a las zonas costeras.
En este sentido también las
tempranas exploraciones de Díaz de Pineda y de Alonso de Castellanos, antes de
1550, sirven para la zona del interior únicamente sobre el primer constituyente
negro de Alonso de Illescas, se trata de algo muy conocido y no vamos a
insistir en ello.
En el siglo XVI Esmeraldas
fue una tentación para los españoles, por las piedras de esmeraldas, según lo
afirma Andrés Contero en 1586. De este siglo cabe destacar la acción de Miguel
Cabello Balboa, el fundador de Atacames en 1577, población luego abandonada por
la resistencia de los primeros mulatos y de los indios Campaces y otros
llamados "indios bravos" (Alfredo Costales: Los Maldonado, pg. 31). Y
junto a Cabello, habría que rescatar las acciones de Diego Bazán Valderrama y
de Cáceres Patiño.
Pero ante todo, el siglo
XVI es de torno indígena en la región, cuando su cacique principal era don
Felipe Cayapa, quien en 1598 residía en el pueblo del Espíritu Santo (Joel
Monroy: En convento de la Merced de Quito, I) puesto que los mulatos eran aún
una población muy reducida.
Y de todo el período habría
que señalar que quien más hizo fue el mercenario Onofre Esteban, que vivió 11
años en la provincia (1587?1598), siendo el fundador de San Mateo de las
Esmeraldas hacia 1588, seguramente 6 leguas adentro de la actual ciudad, según
se desprende del mapa de Maldonado hecho en 1740.
Entre 1598 y 1600 la imagen
que tiene la Audiencia sobre los pobladores de Esmeraldas, es mixta, pues los
mercedarios Gaspar de Torres y Juan Bautista Burgos llevaran a Quito en 1598 un
primer contingente de indios Malabas y de Cayapas, mientras el Oidor Barrio irá
llevando a los Arove como los primeros mulatos conocidos.
El siglo XVII
El primer documento acerca
de Esmeraldas lo hallamos en el leg. 12 de la sección Presidencia de Quito, (PQ
en adelante), pues el 23 de marzo de 1607, desde Portoviejo, el cura Hernando Hincapié, misionero "de
los indios" de la provincia llamada de San Mateo de las Esmeraldas, pero
residente en Portoviejo, comunica que ha muerto el gobernador negro don
Sebastian de Illescas, quien había reunido a los indios y fundado el pueblo de
Cabo Pasado, el cual servirá de puerto de auxilio a los navegantes, dice además
que los trabajos de casas y agricultura van progresando.
En 1601 ocurre la
descripción de la Provincia de Esmeraldas contenida en la obra Memoria de los Virreyes del Perú,
sobre la relación y sucesos de sus dominios. En la página 193 y numeral 62 de
dicha obra se relata específicamente sobre la situación en la que se encontraba
la actual provincia de Esmeraldas a principios del siglo XVII y dice:
Provincia de las Esmeraldas
Su Majestad me tiene mandado, por una cédula, fecha en Valladolid a 29 de Marzo
de 1601, que procure pacificar la provincia de las Esmeraldas, y que cometa las
superintendencias al Presidente de la Real Audiencia de Quito, por caerle más
cerca y a la mano, y habiéndola encargado en años pasados la misma Audiencia al
Dr. Juan del Barrio, oidor de ella, redujo por medios pacíficos algunos indios y
mulatos que residen en la Bahía de San Mateo, y habiéndome dado aviso de ello,
proveí del sustento necesario a los religiosos que se ocupan en la doctrina de
ellos: esta pacificación la han intentado muchos, y ninguno ha salido en ella,
como el mismo doctor dará cuenta a V.S.: hay noticia de que por allí se puede
entrar a otras provincias comarcanas, y que podrían ser útiles al comercio y
trato con Panamá, demás del servicio que se hará a nuestro Señor en convertir
las almas de los naturales: V.S. mandará ver la cédula, y en conformidad de
ella proveer lo que convenga; que como no hay orden de gastar con tales
jornadas de la Real Hacienda, hase de aguardar a que algunos los apetezcan.
Relación del Sr. Virrey Don Luis de
Velasco, al Sr. Conde de
Monterrey sobre el
estado del Perú.
En efecto para 1607 la
capital de la gobernación se establece en Cabo Pasado, a donde el mulato
Illescas y el cura Hincapié habían llevado unos 40 indios y unos 15 mulatos de
otro sitio, cuyo nombre desconocemos. Para entonces ya no se habla de las
piedras de esmeraldas, sino de la riqueza en pita y cabuya, pero como al mismo
tiempo en la Audiencia se daba un gran desarrollo minero en Zaruma y cerca de
Cuenca, Esmeraldas deja de ser un embrujo y entra en un cuasi?abandono (ver
Zaruma: Cuatro siglos de peregrinaje histórico, SAG, agosto 1992).
La fundación de Ibarra en
1606 tiene el objeto central, buscar una salida directa al mar, esa misión
llevan en 1607 Diego Ramírez y el portugués Hernán González de Saá, quienes
descubren el embarcadero del río Santiago y reportan al Presidente Ibarra que
en Esmeraldas hay oro y muy buena madera y brea, para construir navios. (Carlos
E. Grijalva: Hernán González de Saá, en Rev. del Núcleo de la Casa de la
Cultura de Imbabura, 1973?74).
Entre 1610 y 1619 de nuevo
el eje vital de Esmeraldas es indígena, pues se suscitan 2 sublevaciones de
Malabas, Wassu y de Nurpes, liderados por el curaca o cacique Gualopiengo,
(Alfredo Costales: id, pg. 33). Noventa años después de la conquista los indios
de Esmeraldas siguen demostrando su rebeldía.
El 4 de abril de 1630 y en
8 folios, los oficiales reales de Quito presentaron un listado de gastos
correspondientes a la doctrina de los indios Esmeraldas entre 1624 y 1627, es
decir con 3 años de retraso, (Rev. Arnahis, 18, pag. 251).
La segunda migración negra
Hacia 1640 y lo dice Pedro
Vicente Maldonado un siglo después, (Cabildos de Quito, vol. XIX, pg. 1 en
adelante), empieza la llegada de esclavos negros huidos de las minas de
Barbacoas, el cual se suma al inicial y de débil importancia poblacional, que
fue el de los Illescas, un siglo antes.
De acuerdo a los estudios
publicados sobre la procedencia de los esclavos Ilegados a las minas de
Barbacoas, tendremos que: a) Los Mandingas, procedentes exclusivamente en ésta
época del valle de Gambia. b) Los Congos, de habla bantú, procedían del río
Congo, cerca a la zona sur de Africa. En nuestra obra "Esclavitud en la
Costa Pacífica" hemos corregido a Colmenares, pues este cree que la
migración del Congo fue muy posterior (ver pg. 110) c) Los Angolas, venidos del
Suroeste de Africa.
El siglo XVIII
En el siglo XVIII, varios
comerciantes quiteños y pastusos solían asistir por meses a los 3 pueblos que
entonces tenía la gobernación de Esmeraldas, a hacer sus negocios, eran: San
Mateo de Esmeraldas, San Pedro de Atenas de Cayapas y el pueblecito de Lanchas,
estos dos últimos eran como avanzadas del soñado camino de Ibarra al mar
(Cristobal Tobar: Monogrtafía de Ibarra, la ed. 1950). Los comerciantes que por
entonces viajaban a la zona eran Francisco Bermeo, José Caballero de la Vega y
Lucas Fernández de Córdova, este vecino de Pasto. En mayo de 1700, estos
declararon en Quito que habían visto a los mercedarios decir misa y administrar
sacramentos en la zona, de esta manera pudieron cobrar sus estipendios, los
curas de San Mateo, Fray Cristobal Bolanos (pastuso) y Fray Juan de Villalta,
Fray Francisco Montenegro, misionero en Cayapas y Fray Félix Carvajal,
doctrinero en Lanchas. (PQ, 269).
El abandono de Esmeraldas
fue mayor en el siglo XVIII que en ningún otro. En medio de este olvido,
Maldonado actuó en Esmeraldas de 1738 a 1740; según lo declara él mismo, fue el
fundador de La Tola y allí habían unos 120 indios, 60 mulatos y 60 negros. No
tenía cura y le atendía de vez en cuando el coadjutor de Tumaco.
San Mateo de las Esmeraldas
en estos años de 1740 era un puerto miserable, tenía 450 personas, todos
zambos, lo dice Maldonado (ver diario de José María Blanco en el ANH,
República, folio 242), es decir era una población absolutamente mezclada de
negros con indios cayapas.
Atacames, según el mismo
Maldonado, se había fundado sólo pocos años antes, tenía 200 personas, de ellas
50 españoles, 50 mestizos, 50 indios y 50 mulatos, era un anejo del curato de
Esmeraldas. Los pueblos del interior de la provincia, eran absolutamente de
indios, (Lachas, Cayapas, Juntas, etc.). Maldonado observó que había también
unos 5 grupos de indios en la costa, que no se habían sometido a nadie y que ni
siquiera se les conocía: estaban en la cabecera de Rioverde y otros eran los
Carnovi, los Malabas, los Sindales y los Alclemes.
- En resumen, en 1740 y entre La Tola, San Mateo y Atacames había:
- Españoles o blancos: 50 (sólo en Atacames)
- Indios: 160 conocidos en La Tola y Atacames
- Mulatos: 100
- Zambos: 450 (exclusivamente en San Mateo)
- Negros Puros: 50 (sólo en La Tola)
- Mestizos: 50 (sólo en Atacames)
Según esto, cabría decir
que la identidad afro-aunque afromestiza de Esmeraldas empieza en 1740, pues
antes fue sobre todo indígena.
José Rumazo en sus
"Documentos para la Historia de la Audiencia de Quito", tomo II,
pag.330, revela por primera vez una descripción de la gobernación enviada al
Rey en 1749: por ella se sabe que existían por entonces 4 pueblos pequeños:
Atacames, Limones, La Tola y río Santiago. No aparece San Mateo.
Atacames no tenía sino 24
familias, es decir un centenar de habitantes, (120 personas) demostrando que se
había despoblado en relación a los 200 habitantes de 9 años antes. En ese
grupillo dos familias, los Vallejo y los Luna, se consideraban nobles en el
pueblo, que siendo el más importante revela unas 10 familias blancas, unas 10
de indios y apenas 4 familias negras: las de Pedro Coerpa, Juan Jame, Salvador
Manguanche y la de Manuel Peleagozo, que son sin duda los apellidos negros o
afro?mestizos más antiguos de la provincia y que de seguro se remontarían a
1640 y en el caso de los Manguanches posiblemente al grupo de Illescas. (Rafael
Savoia: El Negro Alonso de Illescas y sus descendientes, en Historia del Negro,
tomo I, 1988).
Limones era aún más
pequeño, apenas tenía 5 familias, prácticamente la mitad indios y la mitad
blancos; tenía 3 anejos: Palma Real y Herradura. En Herradura el enclave negro
era ya importante, pues habían 3 familias de negros libres y un esclavo
perteneciente a Juan Jiménez. Los jefes libres negros eran: Eugenio Bamba, Juan
José Jama y José Panesco.
El Tercer Contingente Negro
A finales del siglo XVIII,
se pone de moda las minas de Cachaví, Playa de Oro y la de Guimbí, las cuales
traen a un tercer contingente negro, que venido huido o comprado de las minas
de la Nueva Granada, va a dar una fisonomía más africana a la región. Esto
también se debió a que desde 1772 a los 1805, nuevos esfuerzos de los
ibarreños, pugnaron por abrir el camino al mar, siendo sus intereses absolutos
los de tipo aurífero.
Se dio por entonces una
disputa entre los gobiernos seccionales de Quito y de Ibarra, parece que los
mineros de la Nueva Granada, querían obtener respaldo en sus amigos y presidentes
de Quito, restando poder a los empresarios ibarreños. Esto parece desprenderse
de la exposición que en 1794 hizo el Corregidor de Ibarra, José Posse Pardo,
para demostrar que Tumaco, Esmeraldas, Santiago de Atacames, Lanchas y Cayapas,
estaban sujetos a la jurisdicción de Ibarra (PQ, sección gobierno, caja 19).
Por entonces tomó cierta
importancia Limones, prácticamente desaparecido en 1740, según Maldonado, y
convertido en puerto en 1802, según don Antonio Melo. Cuántos esclavos se
vinieron de las minas de la Nueva Granada a fines de la Colonia? posiblemente
180, pues el mismo Melo declaraba en 1802 que só1o la mina de Cochaví tenía 60
esclavos negros, comprados en 1803 en las minas de Dominguillo en Popayán por
don Miguel Ponce en 57.000 pesos y que debían servir para la apertura del
camino de Santiago. Dos años después fracasó el intento de apertura y esos
negros, pudiera decirse que quedaron en libertad, (PQ, tomo 402, exp. de don
Miguel Ponce).
De tal manera que podría
decirse que entre 1780 y 1803, más o menos, unos 230 negros de Nueva Granada,
sembraron una enorme impronta africana en Esmeraldas. Poco antes de la
independencia, el sitio más importante de Esmeraldas, era el puerto de La Tola,
por eso es que Carondelet, pensó en erigirlo en corregimiento.
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